Iniciar un tratamiento de ortodoncia es una decisión importante, ya que es algo con lo que vas a vivir por algunos meses, e incluso un par de años (dependiendo la complejidad de tu caso). Aunado a ello, para que luzcas la sonrisa que tanto quieres existen diferentes tipos de ortodoncia , desde la más conservadora hasta algunas un poco más notorias. Pero sin duda todas ellas bastante eficaces si se cuidan como se debe (manteniendo una buena higiene y acudiendo a tus citas de control). El día de hoy vamos dedicarle este artículo a una de las opciones más populares; los alineadores invisibles. ¿Te suena raro el nombre? Probablemente sí, ya que la mayoría de las personas los identifican como invisalign, pero este nombre (invisalign) no es más que una marca más de todos los que existen en el mercado. Independientemente de las marcas que existan, todos cumplen la misma función; alinear tus dientes de una manera más discreta, fácil y rápida. Suena bien ¿no?, pero debes saber que esta opción de tratamiento no es para todos los casos, ya que se recomienda para casos leves, en los que no hay tanto apiñamiento dental. ¿Qué son los alineadores invisibles? Es una férula invisible que se hace a medida del paciente, que se debe cambiar cada determinado tiempo (aproximadamente cada 10 o 15 días), conforme va cambiando la alineación de los dientes.